domingo, 26 de julio de 2009

Como saborear " EL LECTOR"


Pocas veces, he sentido con una obra lo que me ha producido esta, tanto la película como el libro me han atrapado de una manera poco común.
Mi recomendación para degustarla mejor, es la de ver primero la película y luego leer el libro.
La película aporta climas, que luego el libro amplía y multiplica. El libro de una escritura directa y espesa a la vez prolonga el placer de la obra y aporta comentarios jugosos.
Muchas veces tengo la sensación de que libros enteros son escritos con el único objetivo de soltar frases ingeniosas para que hagan la tarea de guía para navegantes en estos océanos de palabras que son los libros. La relación de todas ella no son ciertamente la estructura de la historia, pero si nos dan las pistas del verdadero pensamiento del autor.

Las pistas de autor

Sobre la labor de padre

“No puedo decir que lamente no poder ayudarte. Es decir desde el punto de vista de filósofo, que es lo que has venido a buscar. En cambio como padre la experiencia de no poder ayudar a mis hijos me parece francamente insoportable”

Sobre la soledad

“De los discursos que se pronunciaron sobre la vida y obra del catedrático parecía desprenderse que aquel hombre se había sacudido el yugo de las ataduras sociales y había perdido contacto con ellas, para volverse autosuficiente y acabar convirtiéndose en un solitario”

Sobre huir de las cosas
“Pero el huye no solo se marcha sino que llega a otro sitio”

Sobre el tiempo justo de las cosas

“ Pensé que cuando se ha dejado pasar el momento justo, cuando alguien se ha negado demasiado tiempo a algo, o se lo han negado, ese lago por cierto llega demasiado tarde por más que uno acometa contadas sus fuerzas y lo reciba con gozo.
¿O quizás no exista el demasiado tarde y tarde es mejor que nunca, no lo sé?

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