lunes, 9 de julio de 2007

Melocotones Helados

La confusión de personalidad entre dos primas que llevan el mismo nombre, pero que no tienen nada que ver la una con la otra, sirve de excusa para recrear un asfixiante clima de relaciones humanas de una familia a lo largo de tres generaciones.
Elsa es el nombre en cuestión, el mismo nombre para una niña muerta en oscuras circunstancias mucho antes que nacieran otras dos mujeres, una pintora y otra sencilla empleada de supermercado. Estas últimas, pero sobre todo la pintora, verán alteradas sus vidas, justamente por llamarse de la misma manera.
Elsa grande, la pintora, comprenderá la fragilidad de la realidad, y el dominio del azahar por encima de planificación y el esfuerzo personal, algo que ya había experimentado posiblemente su abuelo. El equívoco se resolverá de manera brutal, pero su mundo ya no volverá a ser el mismo.

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