
En el número 7 de la Rue Grenelle, se desarrollan las maravillosas historias de Renée, la portera del edificio que esconde su inteligencia tras los ruidos de un televisor que nunca mira pero que siempre permanece encendido y de Paloma una solitaria niña de doce años que se esfuerza por pasar desapercibida y por esconder un coeficiente intelectual poco común.
Ambas llevaran vidas solitarias hasta que la llegada al edificio del Sr. Ozu, hará que ambas vidas se crucen y nunca más vuelvan a ser las mismas.
Muriel Barbery, desarrolla una novela refinada, erudita, una golosina delicada, de sabor intenso y una profundidad estremecedora.
Edifica sobre la contemplación del arte y el cultivo de la amistad, una trama sencilla pero a la vez atrapante que nos vuelve hacia los temas de siempre el sentido de la vida, los valores, el amor. Reflexiona sobre el sentido efímero de la existencia y nos recuerda que al final estar vivo es solo perseguir siempre instantes que mueren
Zumo de Erizo
“La gente cree ansiar y perseguir estrellas , pero terminan como peces de colores en una pecera”
“Me pregunto si no sería más sencillo enseñarle a los niños desde el principio que la vida es absurda”
“Aparte del amor, la amistad, y la belleza del arte no veo gran cosa que pueda alimentar la vida humana”
“La inteligencia no es un don sagrado es la única arma que tiene los primates”
“Estar vivo es perseguir siempre los instantes que mueren”
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